Impacto potencial de la ANEFiTS en el sistema de salud argentino.
- Dario Cuevas
- 17 abr
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En los últimos días, el Gobierno argentino anunció la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías en Salud (ANEFiTS), una institución cuyo propósito sería el de analizar y emitir recomendaciones sobre qué tecnologías sanitarias deberían ser cubiertas por el sistema de salud.
Esta iniciativa representaría un avance significativo hacia una mayor equidad, eficiencia y sustentabilidad en el acceso a prestaciones de salud, en un contexto caracterizado por una alta fragmentación institucional y tensiones crecientes entre innovación médica y capacidad financiera.
La creación de agencias de evaluación de tecnologías sanitarias es una estrategia adoptada en diversos países para mejorar la asignación de recursos y el acceso racional a la innovación.
Un ejemplo clásico es el de NICE (National Institute for Health and Care Excellence) del Reino Unido, que se ha consolidado como un referente mundial en esta materia. NICE evalúa tecnologías sanitarias —como nuevos medicamentos, dispositivos o intervenciones clínicas— utilizando criterios rigurosos que incluyen la eficacia clínica, la seguridad, el impacto presupuestario y, especialmente, la relación costo-efectividad, expresada mediante un indicador llamado QALY (Quality Adjusted Life Year).
En términos generales, el sistema de salud británico considera que una tecnología es financiable si su costo por QALY ganado no supera un umbral de dinero previamente definido por el sistema, aunque existen excepciones para tratamientos altamente innovadores o enfermedades raras.
Este enfoque ha permitido una incorporación transparente y sostenible de terapias al National Health Service (NHS), sirviendo como modelo para muchas otras jurisdicciones.
En este sentido, la creación de la ANEFiTS en Argentina podría marcar un hito en la consolidación de políticas públicas basadas en evidencia, orientadas a garantizar el acceso equitativo a tecnologías efectivas y sostenibles dentro del sistema de salud, aportando:
1. Un marco técnico para la incorporación de tecnologías sanitarias
Actualmente, la inclusión de nuevas terapias en el Programa Médico Obligatorio (PMO) carece de un proceso sistemático y standart, lo cual genera desigualdades en el acceso y numerosos litigios judiciales. La creación de la ANEFiTS permitiría establecer criterios claros, científicos y públicos para evaluar la pertinencia de una tecnología según su efectividad clínica, impacto económico y relevancia social.
Esto no solo beneficiaría a los financiadores, al brindar un marco técnico para la toma de decisiones, sino también a los pacientes, al garantizar mayor equidad en el acceso a terapias efectivas y seguras.
2. Reducción de la judicialización y mejora en la toma de decisiones
Uno de los principales efectos positivos esperados es la disminución de la judicialización del acceso a tratamientos. Al contar con una agencia nacional de referencia que determine, mediante evaluaciones transparentes, qué tecnologías aportan valor en términos de salud, se espera que tanto los financiadores como el Poder Judicial cuenten con herramientas objetivas para sustentar sus decisiones.
Asimismo, se fortalecería el rol del Estado como rector del sistema sanitario, a través de políticas públicas basadas en evidencia y no en presiones de mercado o demandas individuales.
3. Desafíos en un modelo de financiamiento fragmentado
El sistema de salud argentino se caracteriza por su alta fragmentación, con subsistemas público, privado y de la seguridad social que operan bajo lógicas y niveles de cobertura disímiles. En este contexto, la ANEFiTS enfrentará el desafío de generar consensos y de posicionarse como referente técnico nacional, sin contar con autoridad regulatoria directa sobre todos los actores del sistema.
Su éxito dependerá, en gran medida, de la articulación intersectorial y de la adhesión voluntaria de las obras sociales y prepagas a sus recomendaciones. También será clave que se diseñen incentivos para alinear las decisiones de cobertura con las evaluaciones de la agencia.
4. Sostenibilidad financiera y acceso a la innovación
La incorporación indiscriminada de tecnologías médicas de alto costo ha puesto en tensión los presupuestos de obras sociales, muchas de las cuales enfrentan dificultades para sostener su financiamiento con una base contributiva cada vez más limitada. La ANEFiTS podría contribuir a una mayor sostenibilidad del sistema si logra establecer mecanismos de priorización que favorezcan tecnologías con mejor relación costo-beneficio y eviten la cobertura de prestaciones sin evidencia suficiente. Además, podría facilitar estrategias de negociación de precios y compras centralizadas, generando ahorros significativos y ampliando el acceso a medicamentos y tratamientos innovadores.
Conclusión
La creación de la ANEFiTS representa una oportunidad clave para avanzar hacia un sistema de salud más justo, eficiente y basado en evidencia. No obstante, su impacto real dependerá de su diseño institucional, de la calidad técnica de sus evaluaciones y, fundamentalmente, de su capacidad para articular con los diversos actores del sistema y generar legitimidad en sus recomendaciones.
En un contexto de recursos limitados y creciente complejidad tecnológica, contar con una agencia nacional de evaluación de tecnologías puede ser un paso decisivo para garantizar el derecho a la salud en condiciones de equidad y sostenibilidad.
Si bien el modelo británico de NICE constituye una referencia de buenas prácticas en evaluación de tecnologías sanitarias, su replicabilidad en Argentina requiere una cuidadosa adaptación. El sistema argentino carece de un financiador único como el NHS, y su estructura fragmentada, con múltiples prestadores y financiadores, disparidades entre jurisdicciones y escasa coordinación intersectorial, impone desafíos adicionales.
Para que la ANEFiTS cumpla un rol efectivo, será indispensable que sus recomendaciones se construyan con criterios técnicos sólidos, legitimidad social y un enfoque federal, que contemple las diversas realidades del país. Asimismo, deberá desarrollarse una capacidad institucional robusta, con equipos interdisciplinarios, metodologías transparentes y participación de todos los actores del sistema, incluyendo pacientes, financiadores y profesionales de la salud. Solo de este modo será posible avanzar hacia un modelo de cobertura más racional, equitativo y sostenible, sin sacrificar el acceso a la innovación.
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